martes, 14 de abril de 2015

4.- ARROZ CALDOSO DE VERANO


RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES   
 26-07-2014.  





 Hoy era un día de ajetreo para mi abuelo, estaba preparándose porque en la     madrugada del día siguiente emprendería el camino  a “les foies” de su propiedad  y que no eran  más que bancales estrechos  que se encontraban en las laderas  de las  montañas, hechos con muros de piedra para evitar las fuertes pendientes  y que eran casi inaccesibles. Para mí, sería mi primera aventura, pues le acompañaría.
 Para ello, bajó de la “palliça” (pajar)  la albarda que nos serviría para subir a lomos de la burra y bajar luego con los sacos llenos de algarrobas.
 Mientras tanto, mi abuela iba a preparar para comer, arroz caldoso de verano. La huerta marcaba los ingredientes y el arroz era uno de los platos fundamentales en la cocina valenciana.
 Puso la olla de hierro colado sobre los hierros de la lumbre, y empezó a sofreír unos trozos de conejo  y de pollo del corral que  había previamente salado. Cuando estaban dorados añadió tomate rallado y poco después las judías de “careta” cortadas  a trozos cogidas de la huerta. Removió y al momento añadió  el azafrán previamente tostado sobre la tapa de la cazuela envuelto en papel, tapó con agua del pozo los ingredientes, controló el fuego y dejó que cociera lentamente.
 Mi abuelo lo tenía todo preparado para la aventura que se nos presentaba. Las cañas  para el vareo de los algarrobos y los sacos de yute esperaban.
 Eran el mediodía, hora del Ángelus  y el “barral” de vino de cosecha propia, bajaba dentro del pozal lleno de agua  -para que no se saliera la botella-  al fondo del pozo para que refrescara.

 Mi abuela miró la cazuela y vio que había reducido el caldo y que era hora de añadirle el agua que serviría para cocer el arroz y así lo hizo. Peló y rompió a trozos unas patatas y los añadió. Cuando empezó a hervir echó dos puñados de arroz por persona, removió  y dejó caer unos pimientos verdes tiernísimos de la huerta partidos por la mitad, para que tocaran a trozo por plato.  Era la una en punto del medio día. A comer.