jueves, 23 de abril de 2015

22.- COCA MARÍA



RECORDS DE LA MEUA INFÀNCIA. PUBLICAT EN EL DIARI LES PROVÍNCIES 

06-12-2014.  





   La casa de mis abuelos, era de construcción tradicional. La entrada con puertas de mobila y una habitación a la derecha con su ventana a la calle. En ella tenía la cómoda con su espejo en la pared y sobre  su repisa de mármol blanco montaba el belén en Navidad. En el fondo un tresillo estilo Luis XV con su mesa alargada y casi pegado a la ventana, su mesa camilla vestida con su tela y sus correspondientes sillas alrededor. Mi abuelo ya había hecho acopio del cisco para encender el brasero, que una vez encendido tapaba con cenizas para que así que durara mucho tiempo al meterlo en el interior de la mesa, calentando las piernas debajo de  la tela.  El olor característico y su calor natural inundaban la habitación.

   Pero hoy, era sábado y mi abuela estaba atareada. Mañana vendrían sus amigas a jugar al burro (juego de cartas con baraja Española) y tenía que preparar una coca maría. Era tradición que los domingos por las tardes, los hombres fueran al “casino” (bar del pueblo), donde allí jugarían al “Truc” (juego de cartas con baraja Española, que se juega fundamentalmente en la Comunidad Valenciana), donde hablarían del tiempo, de cómo habían ido las cosechas del verano y tomarían unos vinos,  un vermouth de  garrafa casi clandestino que solía tomarse con sifón, una absenta o una “herba” (bebida que estaba de moda y que no es más que aguardiente macerado con hierbas aromáticas, cuyo secreto es difícil de averiguar), acompañando algún aperitivo.  
   
    Las mujeres,  solían reunirse en casa de una amiga, alrededor de una mesa camilla, para merendar jugando a cartas. Por eso mi abuela se apresuró a preparar la torta que acompañaría al chocolate que se haría.

   Separó la clara de seis huevos de su yema. Batió las claras a punto de nieve y le ayudé a añadir poco a poco 440 g. de azúcar. Añadimos las yemas de los huevos, removimos y pusimos tres cuartos de un vaso de aceite de oliva y un vaso de leche entera. Seguimos removiendo y mezclamos 300 g. de almendras finamente trituradas con su piel y 250 gr. de harina con dos sobres de levadura, añadiendo todo a la mezcla anterior. Una vez hecha una masa homogénea la extendimos sobre una llanda recubierta de papel especial y la metimos al horno de leña previamente calentado. En media hora, o tres cuartos de hora estaría lista, debiendo vigilar la cocción ya que cada horno es un mundo. 

   Agradezco a Casimira Puigcerver Server que aparte de seguir la tradición de jugar al “burro”  con las amigas, ha elaborado la receta tradicional de la coca maría para que puedan ustedes disfrutarla, aunque sea en fotografía.