martes, 13 de diciembre de 2016

FRUTAS CONFITADAS


Mi receta publicada en el Blog Vida Mediterránea


Ingredientes

1 kilo de azúcar por cada kilo de fruta

Elaboración

  1. Lo primero es escoger frutas firmes y pequeñas: cerezas, ciruelas, albaricoque, melocotón, peras, calabaza, naranjas, mandarinas, limones, kivis, kakis… casi cualquier fruta nos servirá. La cascara de naranja y limón da muy buenos resultados.
  2. Pesar la fruta.
  3. Lavar la fruta, si la utilizamos entera, la pincharemos con una aguja gruesa en 4 ó 5 sitios. Si la cortamos en rodajas, gajos o trozos, obviamente no es necesario Algunas frutas debemos pelarlas, como los kivis, peras…
  4. Poner en remojo durante 48 horas, cambiando el agua 3 veces al día.
  5. Al cabo de este tiempo, las frutas que tengan corteza, como la naranja o limón, hay que cocerlas en agua durante 20 minutos para ablandarlas un poco sin que lleguen a hervir. La sacamos y la dejamos enfriar.
  6. Escurrimos toda la fruta y colocamos en una cazuela para confituras con agua fría que las cubra. He dicho cazuela para confituras porque al final no nos servirá para nada más, cuando hagamos el almíbar en ella.
  7. Encendemos el fuego y aumentamos poco a poco la intensidad, para que se calienten lentamente, pero sin que nunca lleguen a hervir.
  8. Bajar el fuego al mínimo e ir sacando la fruta con una espumadera, a medida que van subiendo a la superficie.
  9. Pasarlas a un cuenco amplio, con agua fría y después ponerlas a escurrir.
  10. Tiramos el agua dónde hemos calentado la fruta.
  11. Ponemos la cazuela de confituras al fuego bajo con medio litro de agua y 1 kilo de azúcar por cada kilo de fruta.
  12. Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, añadiremos las frutas y las dejaremos hasta que den el primer hervor.
  13. Retirarlas enseguida, con una espumadera y colocarlas en un cuenco grande, para que no estén demasiado apretadas.
  14. Dar un hervor al almíbar que quedó en la cazuela y verterlo sobre las frutas. Lo dejaremos así hasta el día siguiente.
  15. Pasado ese tiempo, pasamos el almíbar por un colador otra vez a la cazuela de confituras. La ponemos al fuego y, cuando rompa a hervir, echar en él las frutas.
  16. Cuando levante de nuevo el hervor, retiramos las frutas y volvemos a repetir del punto 13 al 15, día a día, hasta que las frutas adsorban todo el almíbar.
    Hay que vigilar la cocción, a medida que el almíbar va espesando, para evitar que haga caramelo.
  17. Cuando ya esté, colocaremos la fruta sobre una rejilla, forrada de papel de barba y las pondremos a secar, de día al sol o en un sitio caliente, cerca de un radiador o en el horno (previamente calentado con poca temperatura y luego apagado).
  18. Daremos vueltas a las frutas de vez en cuando para que se sequen por los dos lados. No deben quedar duras.
    ¿Un poco laborioso? Pero la satisfacción de haberlo hecho tú vale la pena.